La cirugía para el cáncer de riñón generalmente implica la extirpación del tumor canceroso y puede incluir parte o la totalidad del riñón afectado. La cirugía más común es la nefrectomía, que puede ser parcial o total, dependiendo del tamaño y la ubicación del tumor.
Nefrectomía parcial
En la nefrectomía parcial solamente se extirpa la parte del riñón que contiene el tumor, conservando el resto del riñón sano. Este enfoque se utiliza cuando es posible preservar parte del riñón para mantener la función renal.
Nefrectomía radical
En la nefrectomía radical se extirpa por completo el riñón afectado, la glándula suprarrenal adyacente y los ganglios linfáticos cercanos. Esta es la opción elegida cuando el cáncer es grande o agresivo.
Además de la cirugía, pueden utilizarse otras terapias como la radioterapia, la terapia dirigida o la inmunoterapia para tratar el cáncer de riñón, dependiendo del estadio y características específicas del tumor.
Es importante trabajar de cerca con el equipo médico para determinar el mejor plan de tratamiento para tu caso individual. Si estás considerando o te han recomendado una cirugía para el cáncer de riñón, asegúrate de discutir todos los aspectos del procedimiento, los riesgos y las opciones de tratamiento disponibles.