El molusco contagioso es una infección viral de la piel causada por el virus del molusco contagioso (Molluscum contagiosum), la cual se caracteriza por la aparición de pequeñas protuberancias o lesiones en la piel que son redondas, lisas, de color carne o blanquecinas, y con un centro deprimido.
Estas lesiones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en áreas como la cara, el cuello, las axilas, los brazos, las manos y la zona genital. El molusco contagioso es altamente contagioso y puede transmitirse de persona a persona a través del contacto directo con las lesiones o mediante objetos contaminados, como toallas o ropa.
Aunque el molusco contagioso puede afectar a personas de todas las edades, es más frecuente en niños, especialmente aquellos que tienen un sistema inmunológico debilitado. En la mayoría de los casos, las lesiones desaparecen por sí solas dentro de varios meses o años, sin dejar cicatrices. Sin embargo, en algunos casos, puede ser necesario el tratamiento para acelerar la curación y prevenir la propagación de la infección.
El tratamiento del molusco contagioso puede incluir la eliminación de las lesiones mediante métodos como la crioterapia (congelación), la curetaje (raspado), la aplicación de medicamentos tópicos o la terapia con láser. Es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso y determinar el mejor enfoque de tratamiento en cada caso. Además, se recomienda evitar rascarse o manipular las lesiones para prevenir la propagación del virus a otras partes del cuerpo o a otras personas.